Las preguntas que debe plantearse cualquier persona que piense hacer la maleta perfecta para su próximo viaje son las mismas que las de un periodista que se dispone a escribir un artículo completo: ¿Quién? ¿Qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué?
¿Has decidido por fin que es hora de desconectar y escaparte?… ¡¡¡Bien!!! ¿Vas a pasar un fin de semana en una capital europea? ¿Una semana en la playa? En la montaña? ¿O bien has optado por embarcarte en un viaje alrededor del mundo sin un rumbo fijo?
Todos los tipos de viaje merecen una mirada más atenta porque son una experiencia verdaderamente importante en la vida de cualquier persona. Viajar nos enriquece con nuevos conocimientos y aumenta nuestro bagaje cultural. Elegir el momento adecuado para emprender un viaje es crucial en relación con el destino que se desea alcanzar.
Otra cuestión esencial se refiere a la elección de los posibles compañeros de viaje: ¿vas a ir solo? ¿Con la familia? ¿Con los niños? ¿Con los niños y sus amigos? ¿Con tu novio/novia, marido/mujer? Sin duda, los acompañantes influirán en tus elecciones y pueden determinar el éxito o el fracaso de tus vacaciones.
La elección de tus compañeros está directamente relacionada con la motivación que te lleva a emprender un viaje: ¿deseo de evasión (¡mejor solo que mal acompañado!)? ¿descubrimiento de nuevos mundos? ¿diversión? ¿relajación? ¿estudio? Hay quien decide el destino de su viaje sólo después de haber aclarado los tres primeros puntos (¿cuándo? ¿con quién? ¿por qué?) y quien, en cambio, elige primero el destino independientemente de todo lo demás, o quien, en cambio, mezcla la elección del destino en el momento en que decide emprender el viaje y excluye los lugares inadecuados desde el punto de vista climático.
Todo esto viene a decir que la elección de un viaje o unas vacaciones es una cuestión que nos afecta más de lo que pensamos, ¡y que sin duda hay que tomársela en serio! ¡Próximamente encontrarás más reflexiones interesantes al respecto!
Por fin has resuelto todas tus dudas y has decidido cuándo, dónde, por qué y con quién te vas de vacaciones. Ahora es el momento de ocuparte de los detalles más prácticos que te implicarán tanto como la elección del viaje. ¿Ya has liquidado la factura en la agencia de viajes o pagado la reserva con el operador turístico en línea o simplemente has comprado los billetes de avión en la página web de la compañía aérea que se adapta a tus necesidades y reservado la primera noche en tu nuevo destino?
En todos estos casos, sólo te queda una cosa importante por hacer, después de haber comprobado que tienes todos los documentos necesarios (documento de identidad válido para viajar al extranjero y/o pasaporte, permiso de conducir internacional si es necesario, documento de acompañamiento en el caso de los menores no acompañados que viajan con miembros de su familia, pero esto lo trataremos más adelante)..o sea, ¡¡¡¡¡esperar a que llegue el fatídico día de la partida!!!!!
LA FASE DE LA PREPARACIÓN
Este fatídico día viene precedido de otro igual de importante: ¡el dedicado a preparar tu mítica maleta perfecta! ¡¡¡¡Pero aquí empieza otra historia!!!! Consejos básicos para hacer la maleta perfecta: ¿Cómo aprovechar al máximo el espacio disponible? ¿Qué es imprescindible llevar y qué es mejor dejar en casa porque no es estrictamente necesario? ¡¡¡¡Depende!!!! ¿De qué? Del tipo de viaje o vacaciones que vayas a hacer.
- Haz una lista de cosas imprescindibles:esta lista también te ayuda a repasar mentalmente todas las etapas de tu viaje y todos los momentos que requieren un objeto adecuado. Por ejemplo: ¿Vas a hacer senderismo en Nepal? Seguro que necesitas las botas adecuadas. ¿Te vas con tu novio de vacaciones a las Maldivas? No olvides un vestido de noche, o al menos uno elegante, para dar románticos paseos por la playa… También necesitarás esta lista para organizar tus artículos y posiblemente conseguir los que te falten, para no encontrarte en el desierto del Sahara sin gafas de sol y sin saber dónde comprarlas.
- Otra cuestión básica es la gestión de los demás miembros de tu familia (sobre todo los niños), pero esto merece un capítulo aparte.
- También se aplica la “regla del cuerpo”, es decir, el hecho de pensar, empezando por la cabeza y bajando hasta los pies, en lo que puedes necesitar: desde el sombrero hasta las gafas, pasando por el cortavientos, la sudadera, las camisetas, la ropa interior o los calcetines. Y calcular cuántas prendas meter en la maleta en función de la duración del viaje.
- Además, es importante la elección de los accesorios que combinencon los distintos “conjuntos”: ¿Cuántos bolsos llevar? ¿De día y de noche? ¿Cuántos pares de zapatos? No hay que olvidar nunca un par de chanclas para la ducha o la piscina, el porta-líquidos para guardar el champú o la crema favorita, que no siempre se encuentra en cualquier lugar, y el inevitable combo cepillo de dientes/pasta dentífrica, si queremos considerar los accesorios básicos de supervivencia. A ellos hay que añadir, por si acaso y sobre todo si hay niños: medicamentos varios (especialmente antipiréticos, analgésicos, antibióticos de amplio espectro), toallitas desinfectantes, Amuchina o similar para limpiarse las manos sin usar agua (no siempre disponible), termómetro, tarjeta sanitaria y seguro médico, si lo tienes.
- El tema de las cremas solares tiene mucha importancia: según el tipo de viaje, puedes necesitar cremas específicas para el sol, desde crema con protección 50 hasta cremas con menor protección, para utilizar a partir de la segunda semana de exposición al sol. ¡Las cremas solares también son muy útiles en la montaña! Asimismo, incluye en tu neceser de belleza una crema hidratante para después del sol.
- Una bolsa vacía para contener la ropa usada no puede faltar en la maleta perfecta de todo viajero.
- Lleva un paraguas de mano en la maleta, por si acaso.
¿CÓMO HACER LA MALETA PERFECTA?
- En primer lugar, te aconsejamos que no metas botellas o aerosoles en la maleta junto con la ropa, ya que podría ser peligroso. En cambio, utiliza un neceser o un estuche.
- Lo más importante es la elección de la maleta perfecta: cada viaje tiene su equipaje.
- Playa o montaña en coche: ¡mejor las maletas blandas!
- Viajes de fin de semana en avión: ¡trolley de cabina! Recuerda comprobar las dimensiones permitidas para el equipaje de mano por la compañía aérea.
- Viajes de aventura y deportivos: ¡trolleys grandes y blandos para embarcar en la bodega y equipaje de mano adicional!
- Viaje urbano de una semana: ¡trolley rígido grande y bolsa de mano!
- En fin, las combinaciones son infinitas.
Diferentes escuelas de pensamiento: ¿ropa enrollada o “empaquetada”? Sea cual sea la escuela de pensamiento que prefieras, te recomendamos empezar por la base de la maleta colocando los zapatos (metidos en bolsas especiales). Entre ellas se formarán huecos que se rellenarán con diversos objetos: bañadores, cinturones… Ahora es el turno de la ropa, que puede ir enrollada para que no se arrugue, o bien colocada ordenadamente en prácticos cubos de viaje, que también sirven para la ropa interior. ¡Intercala una capa de cubos de viaje con los pantalones doblados! ¡Las bolsas comprimibles para ahorrar espacio están diseñadas para hacer la maleta perfecta! Aprovecha los bolsillos interiores para bufandas, accesorios y otros objetos pequeños. Los cubos de viaje son muy útiles cuando, una vez que llegues a tu destino, tengas que deshacer la maleta y guardar la ropa en el armario o dejarlo todo en la maleta (sin deshacerla cada vez) si se trata de un viaje con varias paradas en distintos lugares. En cualquier caso, cuanta menos ropa quede en la maleta, mejor. Si, una vez sacada, la ropa está muy arrugada, cuélgala en el cuarto de baño con el agua de la ducha o bañera abierta y la puerta cerrada durante unos minutos: el vapor tendrá el efecto deseado de eliminar las arrugas. En este sentido, la ropa de microfibra se conserva mejor que la de algodón!